Ocasiones como ésta merecen afear la página que -con tanto amor- una cuida y mejora cada día. No me importa una caída en picado en glamour, si el vino cayó color picota sobre el inmaculado blanco pepero y, sobre todo, si el propio vino estaba picado. Y olé.
¡Pásame la botella!
viernes, 8 de junio de 2007
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