Perpleja, esta mañana he tenido un despertar de los grandes: confusión, incomprensión y ensoñación, todo en uno, y sin estar -directamente, porque algo de vino siempre cae- relacionado con el alcohol.
Tres hombres y tres noches tremendas, pero sobre todo esta última porque, por edad, condición, concepto, atemporalidad, androginia y semi-felinidad, no me pega nada. No la noche, sino la compañía.
Nacido en el 47 (!) y autor de grandes himnos, ¿por qué tú? ¿Qué ha sido de mi experto formativo salmantino, mi presentador del telediario o mi ejecutivo del metro? Maduritos, sí, pero no caídos del árbol. Es otro requisito.
domingo, 22 de julio de 2007
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