Vestida impecable y cruzada de piernas presido una mesa. Observo a 11 hombres: maduros, mayores, viejitos, calvitos, que hablan, se indignan y discuten mientras yo, ajena a todo en mi condición de mujer y de becaria (precario), permanezco casi en estado de suspensión.
Observo, esucho, sonrío, tomo caramelos y repongo las botellas de agua. Atiendo, sonrío, respondo, ¡explico!, recojo y vuelvo a mi lugar, ajena a todo, cruzada de piernas y vestida impecable.
Es mi primera reunión de expertos. Esperemos que sea la última.
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2 comentarios:
Jo q envidia,todos queremos un trabajo así de mayores,no se hace ni el huevo,y con tiempo que dedicar a la familia u otros menesteres.Ahora ves xq tengo rondando x la cabeza la idea d ser funcionario?¿joder si hasta m llevaría la play al curro!!!!!Seguro q ha sido muy enriquecedora la experiencia d la reunión de expertos(según tus palabras),aunque yo les daría un toque especial,llegaría,y diría venga gente,todos sabemos q no vamos a hacer nada,así q he traído cervezas,petas,y la play,xa q sea de provecho el rato q pasamos aquí,total xa algo paga el pueblo...
Lo mejor de la reunión fue, sin duda, el puntillo que me cogí a cuenta del vino en la comida, y a cuenta también de uno de los presentes, "experto" en emborrachar jóvenes muchachas.
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