Cartier y Bvlgari se miran las caras en Serrano con Ortega y Gasset. Allí donde todas podríamos desayunar cada mañana. Donde las cosas se hacen para siempre. Son el Tiffany's europeo. Donde a Victoria Beckham no le daba vergüenza saber que estaba en España. Porque allí se respira otro mundo y otra tontería.
Y son tan tontos -o tan listos- los tíos, que por las noches no les importa presumir del escaparate más feo de la calle y alrededores. El de monigotes cuelludos desnudos. Vacíos.
martes, 27 de mayo de 2008
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