jueves, 17 de enero de 2008

Notes on a Scandal

21/10/2007

Dios mío, no quiero ser la loca de la agenda. La que compra una Moleskine cada vez que se cambia de era. La que elige cuaderno para llevarse de viaje. La que regala agendas. La que lo escupe todo en la estúpida agenda y, aún más estúpida, busca las respuestas entre las páginas... y las genialidades... y no hay.

Y no quiero ser la que se queda en casa a costa del disgusto de sus amigos. La que se autocompadece. La que disfruta de su casa. Sola. La que por fin tiene casa. Pero no es suficiente. Sola. Ni con nadie.

Menos mal que es sólo un personaje porque, francamente, no quiero ser yo.

Todo esto, para hacerme ver antes de tiempo lo que no quiero ser. La vieja en la que nunca quiero llegar a convertirme. El pelo teñido que flaquea cada mes. El novio que no tengo. La persona que siempre espero. El miedo y la decepción. La rabia que aflora exclusivamente en los peores momentos.

No quiero ser yo. La madre insatisfecha. La vieja de la agenda.

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