Vuelvo. Me vuelvo a poner purpurina y a subirme a los tacones después de una semana difícil. Madrid, qué dura eres conmigo.
Tras una semana insana, en vela y en metro, han tenido que ser los aires cántabros los que me han permitido volver a respirar y volver a taconear -otra vez- con fuerza hacia la capital. Madrid, no seas tan dura conmigo.
Esta semana habrá nervios, libros, pisos y -prometido- mucha, mucha purpurina. Madrid, sé buena conmigo.
domingo, 25 de febrero de 2007
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1 comentario:
No sabes como me alegro de tu retorno,tranquila,supongo que la capital te dará una tregua,y es normal encontrar en casa aires renovados para seguir en una ciudad que aunque puede dar muchas oportunidades,es totalmente diferente a casa,especialmente si en casa hay mar...
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