miércoles, 30 de enero de 2008

Yo-pa-so

Hay días en los que de verdad deseo que programas como La hora pasota o El Tatami existan. En serio digo. Aunque los hagan mis amigos. Aunque tengamos una semana para llenar contenidos. Que existan. Para los histéricos, los quisquillosos y los resentidos.

Pero como no existen y no me pueden ayudar, yo-pa-so.

Primero Peggy y ahora esto

No paréis nunca, que estamos en racha. Increíble pero cierto. 5 años después...

'El tomate' echa el cierre


Emocionada estoy. No hay palabras.

Para Paco Pérez

Ante la adversidad, la más absoluta de las ataraxias. Ante la arcadafayer, Coca-Cola Zero. Ante la pena, carta a Paco Pérez.
Paquito; esta cremallera, te la dedico toda entera.

martes, 29 de enero de 2008

Vuelta y media

O cuarto y mitad. Todo diversión sin ver los Monegros, habiendo conducido y sin gotica de agua. Una pena que los cuerpos radiofónicos no estén como para ponerse en exposición.

Mañana, bajamos la cremallera y cruzamos los dedos. Y, entonces, vemos lo que pasa: si es todo muy grande o si es un auténtico desastre.

viernes, 25 de enero de 2008

Meta y Donna

Para desengancharme y reintegrarme, me voy 4 días a Zaragoza. Voy a rehacer el puzzle.

Meriendas bajo tierra

Pasan los meses y se va a cumplir un año. El día 14. En febrero. Como los enamorados, sólo que sin. Y, después de todo este tiempo y de tanto metro (pesado y ligero), sigo sin entender por qué Alonso Martínez huele a napolitana de chocolate.

Yo, por lo menos, nunca me pararía a tomar un café a 3 metros bajo tierra. Ni a 3 por encima. Tan triste es mi vida, que tuve que abandonar el café. Y, lo que más me duele, el caffè.

Echo de menos los cornetti. Y ser Siena. Y toda Siena.

jueves, 24 de enero de 2008

Os ponéis en huelga

Pero también recogéis sólo las colillas que os apetece. Y vaciáis la coca-cola que le sobró al latin king de turno en plena vía. Y miráis las piernas de las ciudadanas wurlitzerianas. Y os reís porque hacéis los turnos de dos en dos. Y, mientras lo dejáis todo sucio, la sociedad os defiende y el gobierno os paga. Y Espe jode lo que somos, pero vosotros también.

Puaj.

miércoles, 23 de enero de 2008

Una pluma en la cabeza

Me apetece. Hace meses que no me pongo purpurina. Ya no se pega. O ya no me pega. Lo anuncio ya: nos mudamos.

Mañana puede pasar cualquier cosa

Ella me lo dijo.



Be loud and proud.
Long live the dream.
Long live the power and scream.

martes, 22 de enero de 2008

Juzgado de guardia

Y sin tener ni idea. Ni sentirlo como yo. Me parece muy fuerte y muy fuera de lugar. Pero es así. Y con ello vivo. Y encima lo cuento. Y no me justifico. Pero no me juzgues.

lunes, 21 de enero de 2008

Bálsamo

- Así que me lo pongo aquí, así, y ya está.

- Eso es, y ahí tienes tu bálsamo.

- ¡Pues espero que funcione!

- Lo hará, si lo dejas actuar.

- Que no te quepa duda. Yo así no puedo seguir.

- Entonces, no se hable más. Empieza hoy mismo. Verás cómo te sienta bien.

- Que Dios... o alguien... te oiga...

- Paula...

- Ya, ¿qué quieres que te diga? A ver... y explícame otra vez, ¿cómo funciona esto?

- Pues eso, muy sencillo. Cuando te agobies, bálsamo. Por ejemplo, le das a la a y, ¡bingo!, tendrás una infinidad de posibilidades y combinaciones.

- Dime una.

- Azafata. O alfalfa. O acaparar. Y no me digas que no.

- No te digo nada. Sigue.

- La j. Apasionante. Con la j puedes jorobar, jerarquizar o tomarte un vino de Jerez. Y así una tras otra.

- Ya.

- ¿Ya qué?

- Que lo entiendo. Que sí. Que vale. Pero, esto, ¿de qué le sirve a una escritora frustrada?

- Dios mío.

- ¿Tuyo?

- Hombre, no va a ser tuyo.

- Uy, no, quita, quita.

- Pues eso. Mío. Mío.

- Decías...

- Que no has entendido nada. Y que, con esa actitud, no sólo tú sino todos nosotros vamos a terminar frustrados.

- ¿Por qué?

- Porque para salir de tu supuesta frustración, te garantizo que no estás haciendo nada.

- ¿Y el bálsamo éste?

- Mío también. Mío. Como todo. Y si no es mío, será de otro. Como todo. Pero, ¿qué hay de tu parte? ¿Qué haces tú por estar mejor? ¿Qué haces...?

- Anda y déjame en paz. Bonita forma de ayudar. Para eso, mejores son dioses...

- Hay que ver lo estúpida que puedes ser cuando quieres.

- Ajá.

- ¿Sabes qué te digo? Que ahí te quedas, con tus chorradas y tu bálsamo y tus fantasmas de mierda. Y que ya vendrás cuando te aburras de tu propia miseria.

- Pues venga, con la fresca.

- No, no, con el 2, que es mucho más rápido.

- Que te den.

- Que te oigan.

- Mierda. Que te den mierda.

- Te quiero. Adiós.

- Ya. Adiós.

jueves, 17 de enero de 2008

Notes on a Scandal

21/10/2007

Dios mío, no quiero ser la loca de la agenda. La que compra una Moleskine cada vez que se cambia de era. La que elige cuaderno para llevarse de viaje. La que regala agendas. La que lo escupe todo en la estúpida agenda y, aún más estúpida, busca las respuestas entre las páginas... y las genialidades... y no hay.

Y no quiero ser la que se queda en casa a costa del disgusto de sus amigos. La que se autocompadece. La que disfruta de su casa. Sola. La que por fin tiene casa. Pero no es suficiente. Sola. Ni con nadie.

Menos mal que es sólo un personaje porque, francamente, no quiero ser yo.

Todo esto, para hacerme ver antes de tiempo lo que no quiero ser. La vieja en la que nunca quiero llegar a convertirme. El pelo teñido que flaquea cada mes. El novio que no tengo. La persona que siempre espero. El miedo y la decepción. La rabia que aflora exclusivamente en los peores momentos.

No quiero ser yo. La madre insatisfecha. La vieja de la agenda.

martes, 15 de enero de 2008

Patorras

Llegaba a casa. Cansada, ojerosa y trasnochada. Llevaba una camiseta que no lo parecía. No era más que una maraña de tela, colores y sietes provocados por el paso del tiempo... y de la vida. Manchada, de rosa y blanco, botas bajas y unas escandalosas medias de un color rosa chicle que dejaban ver más pierna que media.

Cuando salió del metro, el mundo le pareció, de repente, peligroso a las seis y media de la mañana. Había gente, pero no había nadie. Había luz, pero estaba oscuro. Había sueño, pero había prisa.

Las muñecas negras y la unión del brazo con el antebrazo morada. Así mostraba su cuerpo al mundo en signo de defensa, en signo de no podrás conmigo, de tengo lo que no quieres. Y daba miedo.

Pero a aquel hombre no pareció darle tanto miedo, sino que aquella pierna y media que se veía entre tan deshilachado rosa le llevó a entonar un sonado piropo de madrugada. Rubia, vaya patorras.
Cuando dio la vuelta a la esquina, cuando entró en el portal y –alivio- estaba vacío, cuando traspasó el límite entre lo público y lo privado, en ese momento, respiró y, en efecto, descubrió que lo que le había llevado desde aquella fiesta anclada en otra década hasta su día a día y su noche a noche en el mismo lugar eran, en efecto, un par de buenas patorras.

domingo, 6 de enero de 2008

A fuerza de cucharón

Así irán saliendo las cosas. Así conquisté ya una vez México.

Los billetes están caros pero hay ganas. No hay tiempo y hay cremalleras que ni suben ni bajan. Pero ése es mi ritmo. Y mi ciudad. Y ya llego. Y ya os veo. Y tengo que dejar de decir y.

No se me ocurre nada

Pero quiero escribir. Quizá esto se convierta en el blog de una persona que quiere escribir pero que no sabe qué escribir. O de una persona que lee a Nico Abad para saber qué escribir. O que ve a Nico Abad en la tele y sabe que no es para él para quien quiere escribir. O que quizá nunca más volverá a escribir. O que sólo para Macua, Volpini y Chacón tendrá cosas que decir.

No sé lo que escrito, pero, al menos, sé que esto sí que ha sido escribir.

viernes, 4 de enero de 2008

Lavado de cara

Y lavado de cerebro. Es lo que necesito para verlo todo con más claridad. Y que me vean.

Volveré. Y volveré a escribir. Y te volveré a lavar la cara. Y todo irá bien.